Una tarima de madera funcionará como base de la instalación en forma de cuadrado de 7,5m de lado. Esta base incluirá los raíles sobre los que se desplazarán las jardineras cuyo movimiento estará limitado al interior de la tarima de manera que siempre se dejará un espacio entre ellas para evitar el riesgo de atrapamiento.
La tarima estará formada por tableros de aglomerado hidrófugo, que se unirán mediante perfiles metálicos en forma de "U" sobre los que se desplazarán las ruedas de las jardineras.
La tarima estará dotada de un cierre perimetral de madera maciza atornillada a los tableros para garantizar la estabilidad y la compacidad de la estructura. Este cierre perimetral tendrá forma de cuña para salvar el desnivel y facilitar el acceso de personas con movilidad reducida.
Sobre la tarima se dispondrá una lámina de césped artificial de color negro, de 6 mm de altura de hilo y composición 100 % fibra de polipropileno, que funcionará como pavimento en las zonas en las que no se disponen los raíles metálicos.
